La ergonomía en el trabajo busca adaptar las condiciones laborales a las necesidades físicas y cognitivas de los trabajadores. Su objetivo es mejorar la eficiencia y seguridad y salud en el trabajo, reduciendo el riesgo de lesiones y enfermedades laborales.
La importancia de la ergonomía en el trabajo
Cuidar la ergonomía en el trabajo no solo mejora tu salud, sino que también aumenta tu productividad y bienestar. Pasar horas en una misma posición o realizar movimientos forzados afecta los músculos y articulaciones, lo que puede derivar en dolores crónicos.

Factores que afectan la ergonomía laboral
Postura incorrecta
Sentarse de manera inadecuada genera tensión en la espalda, el cuello y los hombros, lo que puede derivar en dolores crónicos y problemas posturales.
Movimientos repetitivos
Acciones constantes como escribir en un teclado, utilizar el mouse o manipular herramientas sin pausas pueden causar lesiones por esfuerzo repetitivo, como el síndrome del túnel carpiano.
Mobiliario no ajustable
Sillas, escritorios y equipos que no están adaptados a la estatura y necesidades del trabajador aumentan el riesgo de problemas musculares y reducen la comodidad.
Carga excesiva
Levantar objetos pesados sin la técnica adecuada puede generar lesiones lumbares y fatiga muscular. Es fundamental utilizar técnicas de levantamiento seguras y, cuando sea necesario, herramientas auxiliares.
Falta de pausas activas
No moverse durante largos períodos reduce la circulación y la oxigenación de los tejidos, aumentando la fatiga y el riesgo de lesiones. Tomar descansos regulares es clave para mantener la salud muscular.
Estrés laboral
El estrés puede provocar tensión muscular involuntaria, afectando especialmente la espalda y el cuello. Implementar estrategias para la gestión del estrés, como técnicas de respiración y relajación, ayuda a evitar lesiones musculares.
¿Qué tipo de lesiones ocurren en el trabajo?
Trastornos musculoesqueléticos: incluyen afecciones como lumbalgias, tendinitis y síndrome del túnel carpiano, derivadas de malas posturas o esfuerzos repetitivos.
Lesiones por sobreesfuerzo: ocurren cuando se excede la capacidad física del trabajador, causando esguinces, desgarros o hernias discales.
Fatiga visual: provocada por una iluminación inadecuada o el uso prolongado de pantallas, generando tensión ocular y dolores de cabeza.
Estrés y tensión muscular: el estrés laboral puede provocar rigidez en los músculos, afectando la postura y generando dolor crónico.
Cómo evitar lesiones musculares en la oficina
1. Ajusta tu puesto de trabajo correctamente
- Silla ergonómica: debe tener soporte lumbar, altura ajustable y reposabrazos.
- Altura del escritorio: asegúrate de que tus codos formen un ángulo de 90° al escribir.
- Posición del monitor: coloca la pantalla a la altura de los ojos para evitar tensión en el cuello.
2. Mantén una postura correcta
- Apoya los pies en el suelo o usa un reposapiés.
- Mantén la espalda recta y los hombros relajados.
- Evita encorvarte o inclinar la cabeza hacia adelante por mucho tiempo.
3. Realiza pausas activas
- Cada 60 minutos, levántate y estira brazos, piernas y cuello.
- Realiza breves caminatas dentro de la oficina para mejorar la circulación.
- Practica ejercicios de estiramiento para relajar los músculos.
4. Adopta una mecanografía ergonómica
- Usa un teclado y ratón ergonómicos para evitar la tensión en las manos.
- Mantén las muñecas en una posición neutra y evita apoyarlas en el borde del escritorio.
- Usa atajos de teclado para reducir movimientos repetitivos.
5. Organiza tu espacio de trabajo
- Mantén los objetos de uso frecuente al alcance de la mano.
- Usa auriculares si hablas mucho por teléfono para evitar inclinar el cuello.
- Ilumina adecuadamente tu espacio para evitar tensión ocular y posturas forzadas.
6. Fortalece tu cuerpo
- Practica ejercicios de fortalecimiento para la espalda, el cuello y las piernas.
- Mantén una buena hidratación y una alimentación balanceada.
- Considera realizar actividad física regularmente para mantener la musculatura saludable.
Cómo evitar lesiones musculares en la industria
1. Adopta una postura segura al trabajar
- Carga de objetos: dobla las rodillas y mantén la espalda recta al levantar peso.
- Distribución del esfuerzo: usa ambas manos y evita giros bruscos con la cintura.
- Altura de trabajo: ajusta las herramientas y superficies para evitar posturas forzadas.
2. Capacítate en técnicas de manipulación de cargas
- Aprende y aplica la técnica correcta para levantar y trasladar objetos pesados.
- Usa equipos mecánicos como montacargas o poleas cuando sea posible.
- Coordina el trabajo en equipo para distribuir el esfuerzo en cargas pesadas.
Técnicas para levantar cargas correctamente
- Flexiona las rodillas, no la espalda.
- Sujeta bien el objeto, con las dos manos.
- Levanta con la fuerza de las piernas, no con la espalda.
- Mantén la carga cerca del cuerpo para reducir la presión en la zona lumbar.
- Evita giros bruscos al mover objetos.
3. Usa el equipo adecuado
- Ropa y calzado de seguridad: asegúrate de que sean ergonómicos y brinden soporte adecuado.
- Fajas de soporte: úsalas solo cuando sea necesario y con supervisión.
- Herramientas ergonómicas: prefiere aquellas que reduzcan el esfuerzo y la vibración.
4. Realiza pausas activas
- Cada 60 minutos, estira brazos, piernas, cuello y espalda.
- Camina unos minutos si tu trabajo implica estar de pie por largos periodos.
- Alterna tareas para evitar la fatiga muscular por movimientos repetitivos.
5. Optimiza tu espacio de trabajo
- Mantén el área ordenada para evitar movimientos innecesarios o posturas incómodas.
- Ajusta la altura de mesas, bancos o estaciones de trabajo para reducir la tensión muscular.
- Evita alcanzar objetos en posiciones incómodas o sobre la cabeza sin apoyo adecuado.
6. Mantén un buen estado físico
- Realiza ejercicios de fortalecimiento para la espalda, piernas y brazos.
- Mantente hidratado y sigue una alimentación equilibrada para evitar la fatiga.
- Consulta a un especialista si sientes molestias musculares frecuentes.
Cuando tengas que mover objetos pesados, sigue estos pasos:
Beneficios de una buena ergonomía laboral
Aplicar estas estrategias no solo ayuda a evitar lesiones musculares, sino que también trae ventajas como:
- Menos fatiga y dolor corporal.
- Mayor concentración y rendimiento.
- Reducción de bajas laborales.
- Mejor calidad de vida en el trabajo.
¿Cómo identificar posibles lesiones musculares?
Para prevenir lesiones musculares en el trabajo, es fundamental reconocer señales de alerta y aplicar estrategias de detección temprana. Algunas acciones clave incluyen:
Evaluación del entorno laboral
- Realiza inspecciones periódicas para detectar posturas forzadas, movimientos repetitivos o condiciones inadecuadas.
- Observa si los trabajadores presentan molestias recurrentes, limitación en el movimiento o signos de fatiga muscular.
- Utiliza encuestas de ergonomía en el trabajo para conocer el nivel de confort y posibles incomodidades de los empleados.
Análisis de diseño de procesos
- Identifica tareas que requieran esfuerzo repetitivo, manipulación de cargas o posiciones prolongadas sin descanso.
- Evalúa si el mobiliario y los equipos de trabajo están ajustados correctamente a las necesidades de cada empleado.
- Considera rediseñar los flujos de trabajo para reducir movimientos innecesarios y disminuir la carga física.
Capacitación en ergonomía en el trabajo
- Brinda formación sobre posturas correctas, técnicas de levantamiento seguro y ajustes ergonómicos del puesto de trabajo.
- Fomenta pausas activas y ejercicios de estiramiento para reducir la tensión muscular acumulada.
- Educa sobre el uso adecuado de sillas, escritorios, teclados y herramientas ergonómicas para evitar lesiones a largo plazo.
Implementación de herramientas de monitoreo
- Aplica cuestionarios periódicos para identificar síntomas tempranos de lesiones musculares.
- Usa tecnología ergonómica, como sensores de postura o software de recordatorio de pausas, para mejorar los hábitos posturales.
- Evalúa los registros de ausentismo y consultas médicas en busca de patrones de lesiones laborales, lo que permitirá tomar acciones preventivas a tiempo.
Aprende más sobre: ¿Qué es la medicina laboral y para qué sirve?
Qué hacer en caso de lesión muscular en el trabajo
Si sufres una lesión muscular mientras trabajas, sigue estos pasos para minimizar el impacto y favorecer la recuperación:
Detén la actividad inmediatamente para evitar empeorar la lesión.
Aplica hielo en la zona afectada durante 15-20 minutos para reducir la inflamación.
Descansa y evita movimientos bruscos, permitiendo que el músculo se recupere.
Eleva la extremidad si es posible, para ayudar a reducir la hinchazón.
Consulta a un especialista si el dolor persiste o hay dificultad para moverte.

La prevención es clave
Invertir en ergonomía en el trabajo es fundamental para evitar molestias y lesiones musculares. Aplicar ajustes en el mobiliario, mantener buenas posturas y hacer pausas activas marca la diferencia en el bienestar laboral.
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