¿Cada cuánto cambiar los elementos de protección personal?

Cambiar los elementos de protección personal no es una opción. Es una obligación que puede marcar la diferencia entre un accidente grave y volver sano a casa. Si trabajas en entornos industriales, de construcción, salud u otras áreas con riesgos físicos o químicos, este tema te toca directamente. No se trata solo de tener el equipo, sino de mantenerlo en condiciones óptimas.

Y es que, en seguridad y salud en el trabajo, confiarse puede salir caro. Por eso, hoy te vamos a contar cuándo y por qué deberías hacer el cambio de tu equipo, qué señales debes tener en cuenta y cómo evitar errores comunes que comprometen tu seguridad.

Elementos de protección personal

¿Por qué es importante cambiar los elementos de protección personal?

Cambiar los elementos de protección personal en el momento adecuado evita fallas inesperadas que pueden dejarte expuesto a riesgos. No importa si hablamos de un casco, unos guantes o un arnés: todo tiene una vida útil.

Al usar un equipo de protección personal desgastado o vencido, la protección que ofrece ya no es la misma. Muchos materiales pierden resistencia, se deforman, se contaminan o dejan de cumplir su función. Además, en muchas industrias, los EPP (Elementos de Protección Personal) deben cumplir con normas legales y técnicas específicas. Si no las cumplen, podrías estar incumpliendo la ley.

Entonces, ¿cada cuánto hay que hacerlo? Te lo contamos.

Factores que influyen en el tiempo de cambio

No hay una fórmula única. Pero sí hay varios factores que influyen en la frecuencia con la que debes renovar tu EPP:

  • Condiciones de uso: no es lo mismo usar un casco en una oficina técnica que en una obra al sol todos los días.
  • Tipo de riesgo: los ambientes con sustancias químicas, temperaturas extremas o exposición biológica exigen más cambios.
  • Frecuencia de uso: el uso diario acelera el desgaste.
  • Mantenimiento: un equipo bien cuidado puede durar más. Pero si lo lavas mal o lo almacenas donde no debes, se deteriora más rápido.

¿Qué pasa si no cambias tu EPP a tiempo?

Simple: pierdes protección. Un guante desgastado puede dejar pasar una sustancia corrosiva. Un respirador vencido puede filtrar gases peligrosos. Un arnés vencido puede fallar en una caída. No hay margen de error.

En Sentyr, acompañamos a empresas a identificar los momentos clave para reemplazar sus EPP, a través de asesoría técnica y capacitación. Porque no basta con comprar los productos: hay que saber usarlos y, sobre todo, cuándo dejarlos de usar.

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¿Cómo saber si ya es hora de cambiar los elementos de protección personal?

Vamos a lo práctico. Estas son algunas señales que indican que tu equipo de protección personal ya cumplió su ciclo:

1. Vida útil recomendada por el fabricante

No se debe confundir fecha de caducidad con vida útil. Los elementos de protección personal no tienen una fecha de caducidad exacta, pero sí una vida útil recomendada por el fabricante, que varía según el tipo de equipo, los materiales y las condiciones de uso. Es fundamental respetar esa recomendación, incluso si el EPP parece estar en buen estado, porque con el tiempo pueden perder efectividad sin mostrar señales visibles.

2. Daños visibles

Si ves grietas, roturas, desgaste, manchas químicas o decoloración, es hora de cambiarlo. No lo dudes.

3. Cambios en el ajuste o funcionalidad

Cuando el equipo ya no se ajusta bien al cuerpo o pierde su forma, deja de ser seguro.

4. Fallas en pruebas o inspecciones

Muchas empresas realizan inspecciones periódicas. Si tu EPP no pasa la revisión, debe ser reemplazado.

5. Después de un accidente

Si sufriste una caída, impacto o exposición a sustancias peligrosas, el EPP pudo haber perdido integridad. No lo sigas usando.

¿Qué elementos se deben cambiar con mayor frecuencia?

Algunos elementos de protección personal tienen una vida útil mucho más corta que otros. Aquí te dejamos una lista con los que requieren más atención:

  • Guantes de seguridad: algunos son desechables, otros duran semanas. Depende del material y el uso.
  • Filtros para respiradores: se cambian frecuentemente, según la exposición.
  • Mascarillas desechables: son de un solo uso.
  • Protección auditiva (tapones): si son de espuma, también son desechables.
  • Botas y calzado de seguridad: si presentan desgaste en la suela o el refuerzo, deben cambiarse.
  • Cascos de seguridad: normalmente se recomienda cambiarlos cada 2 a 5 años, incluso si no tienen daños visibles.
  • Arneses de seguridad: por norma, se deben cambiar cada 5 años o después de una caída.

Checklist para mantener tu equipo en condiciones óptimas

  • Revisa antes y después de cada jornada.
  • Límpialo según las indicaciones del fabricante.
  • Guárdalo en lugares secos y protegidos.
  • Capacita al personal en inspección y mantenimiento básico.
  • Lleva un registro de cambios por fechas o condiciones.

¿Quién debe asumir el costo del cambio del EPP?

En el entorno laboral, es responsabilidad del empleador garantizar que los trabajadores cuenten con el equipo necesario y en buen estado.

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Equipo de trabajo con los elementos de protección personal

Más vale prevenir

No esperes a que algo falle para cambiar los elementos de protección personal. La prevención no es un gasto, es una inversión. Un EPP en buen estado salva vidas. En cambio, uno vencido puede ser una trampa silenciosa.

En Sentyr, te acompañamos a implementar una gestión integral del EPP en tu empresa. Desde la selección adecuada, hasta el cambio oportuno y la capacitación del personal. Proponemos nuevas formas de trabajar con seguridad, para que el futuro sea sostenible y humano.

¿Quieres que tu equipo esté realmente protegido? Solicita una asesoría técnica con Sentyr hoy mismo y fortalece tu cultura de seguridad.